“El poder es siempre relativo y transitorio; es útil mientras sea respetado y no sea socialmente censurado. En consecuencia, su uso siempre tiene un costo"...
“El desconocer a quien ejerce el verdadero poder es lo que lo hace más poderoso"...
El poder sigue siendo uno de los menos comprendidos y uno de los más importantes. En efecto, se trata de un aspecto ineludible de la comunicación humana y deja sentir su influencia en todo orden, la realidad social, es producto del poder, en una medida mucho mayor de lo que se imagina.
El afán por el poder ha sido una característica permanente del ser humano a lo largo de los tiempos, de hecho, la organización humana y la vida humana misma se hizo en torno al poder desde épocas inmemoriales, pues el hombre está movido por la incesante búsqueda de poder, en cualquiera de sus modalidades: mando político, prestigio, fama, riqueza, conocimientos, fuerza física, etc., y ellas no son más que distintas expresiones del poder que anhela.
Ante la realidad del poder, es esencial, el sentido de la anticipación, porque hay que prever todos los movimientos; objetividad, por cuanto hay que estar pendiente de todos los ámbitos de la realidad en su conjunto; precaución, para no caer en la precipitación; paciencia, para saber esperar el cambio favorable que permita actuar, y , por último, perseverancia, en el intento de mejorar, cada día, la propia capacidad de poder...
“El desconocer a quien ejerce el verdadero poder es lo que lo hace más poderoso"...
El poder sigue siendo uno de los menos comprendidos y uno de los más importantes. En efecto, se trata de un aspecto ineludible de la comunicación humana y deja sentir su influencia en todo orden, la realidad social, es producto del poder, en una medida mucho mayor de lo que se imagina.
El afán por el poder ha sido una característica permanente del ser humano a lo largo de los tiempos, de hecho, la organización humana y la vida humana misma se hizo en torno al poder desde épocas inmemoriales, pues el hombre está movido por la incesante búsqueda de poder, en cualquiera de sus modalidades: mando político, prestigio, fama, riqueza, conocimientos, fuerza física, etc., y ellas no son más que distintas expresiones del poder que anhela.
Ante la realidad del poder, es esencial, el sentido de la anticipación, porque hay que prever todos los movimientos; objetividad, por cuanto hay que estar pendiente de todos los ámbitos de la realidad en su conjunto; precaución, para no caer en la precipitación; paciencia, para saber esperar el cambio favorable que permita actuar, y , por último, perseverancia, en el intento de mejorar, cada día, la propia capacidad de poder...
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